DISTRITO DE EL CARMEN
1. Reseña
Histórica
La casa San José fue creada por los Jesuitas. Esta congregación la construyó con dos fines: servirles como Casa – Hacienda y a la vez como monasterio.
En esta casa-hacienda podemos encontrar enumerables características desde el tiempo dela cultura Chincha hasta la aparición de los esclavos traídos por la congregación.
La congregación de los Jesuitas, trajeron de España a arquitectos y especialistas en materia de construcción y por supuesto contaban con la mano de obra de los esclavos.
También podemos mencionar; que años más tarde los Jesuitas españoles fueron expulsados del Perú; porque el estado se dio cuenta que le estaban robando oro que habían sido dejado por la Cultura Chincha.
Luego de estos acontecimientos el Rey entrega la Casa – Hacienda como dote o regalo de su matrimonio a Doña Rosa Josepha con don Andrés de Salazar.
Es así como podemos mencionar diversas características que nos han dejado desde la creación hasta la conservación de la hoy Casa – Hacienda San José.
Presenta también una Iglesia del siglo XVIII de fachada barroco que permaneció a la congregación de los Jesuitas.
El proceso histórico de la hacienda San José se caracterizó por conservar, en buen estado objetos, que perteneció a la familia de Don Agustín de Salazar y Muñatones como:
- Una tina de Bronce del año 1737 que fue hecha por marcos mejía Mefelit (Español)
- Dos moledoras de Café
- Un juego de Comedor español.
Se caracteriza por presentar un cuadro de cómo era la casa anteriormente y de cómo celebraban su día festivo. Este cuadro fue pintado por un esclavo en el año 1834, está dedicado a su dueño Don Julio Carrillo.
También se caracteriza el Proceso Histórico por conservar hasta la actualidad herramientas de herrería que pertenecían a los esclavos para el trabajo de campo.
Como por ejemplo:
- Fuelle.- Instrumento que sopla aire para vivar el fuego. Se utilizaba para funfir o calentar el hierro.
- Marcador de ganado.- Herramienta que se calentaba y se marcaba el ganado
- Marcador de esclavo.- Herramienta que se calentaba para marcar a los esclavos
Se caracteriza también por conservar en un buen estado los telares en cuadro en cuadro e instrumentos que perteneció a la Cultura Chincha.
2. Datos Informativos
Causas del proceso histórico de la Hacienda San José
PRIMERA CAUSA: La hacienda San José fue pasando de mano en mano. Es decir perteneció a los Jesuitas y después de la expulsión quedó en manos de Doña Rosa Josepha de Muñatones y Aguado con Don Andrés de Salazar que recibieron como dote o regalo de su matrimonio, la casa hacienda con su iglesia y tierras de pan llevar.
SEGUNDA CAUSA: Causa que la hacienda san José iba progresando en el cultivo de la caña de azúcar donde elaboraban dos productos mas cotizados de la época: Azúcar y miel.
TERCERA CAUSA: Que en 1735 Doña Rosa Josepha le vendió la Hacienda a su hijo Don Agustín de Salazar y Muñatones, donde recibe el título Honorífico de Conde de Monte Mar o Conde de Monte Blanco. Sobre lo cual fundó el Mayorazgo que haría que San José se perteneciera por más de un siglo en manos de la misma familia.
CUARTA CAUSA: En 1764 otra Alianza matrimonial la fortaleció. La hija de Don Agustín llamada Rosa Salazar Gaviño contrajo matrimonio con don Fernando Carrillo de albernoz y Bravo Lagunas. Juntos adquirieron la Hacienda San Regis, que había pertenecido a los jesuitas. Unidas San José y San Regis conformaban una de las propiedades más ricas de Chincha. Casi mil esclavos trabajaban la caña y el Algodón. De aquella época de la esclavitud (1811) data el caserío El Carmen, que fue uno de los lugares donde se escondían los esclavos porque huían de los malos tratos que recibían en las haciendas.
QUINTA CAUSA: En 1821, siendo dueño de las haciendas San José y San Regis el hijo de Fernando y Rosa, Fernando Carrillo de Albernoz y Salazar, 1er Conde de Monte Blanco, el Valle de Chincha se conmocionó cuando desembarco el General Don José de San Martín con sus tropas en Pisco. Mientras algunos esclavos abandonaban las haciendas para unirse al libertador, Fernando Carrillo de Albornoz y Salazar huyó a España con dos de sus hijos. (Fernando y Pedro) dejando en total abandono a su empresa Petronila y a su José su menor hijo.
SEXTA CAUSA: Lentamente San José se recuperó de los avatares de la Independencia. En 1854 la esclavitud había sido abolida en el Perú por Don Ramón Castilla, pero muchos esclavos seguían trabajando en las haciendas. Aunque el mayorazgo ya no existía Fernando y Petronila se casó con Catalina del Valle y Osma tomando de nuevo la propiedad aportando una adquisición importante, trayendo directamente de Europa un tractor a vapor.
SÉPTIMA CAUSA: El último heredero de los Carrillo del Albornoz hijo de Fernando y Catalina llamado Julio Carrillo de Albornoz y Mendoza fue asesinado por los esclavos, a los 25 años de edad en la escalera principal de la Hacienda, un 25 de Diciembre de 1879. poco después de su muerte la hacienda fue vendida por su viuda Catalina Del Valle Y Osma a Roberto Bustamante Leguía hermano del Presidente de aquel entonces, este a su vez la vendió a Munuela Eguren viuda de Cilloniz en 1913.
OCTAVO CAUSA: En 1960 dada ya la ley de Reforma Agraria en el 1er gobierno de Belaúnde de realizó una repartición de las tierras entre sus hijos. Es así como paso a manos de uno de sus hijos Don Julio Cilloniz Eguren, este a su vez la dividió entre sus cuatro hijos (Julio, Augusto, Germán y Amelia Cilloniz Garfias), incluyendo a 150 hectareas para cada uno.
En 1968 falleció Augusto Cilloniz garfias y su viuda Ángela Benavides de la Quintana le compró a sus cuñadas la Casa Hacienda San José, siendo dueña hasta hoy día.
NOVENA CAUSA: En 1970 la Casa Hacienda San José fue declarada Patrimonio Cultural, pero la propietaria manifiesta que el estado, ni la provincia no hacen nada por mantenerla al cuidado, ya que se sabe que la señora Ángela Benavides viuda de Cilloniz es la dueña de dicha Hacienda.
1.2.2 Referencia histórica de la hacienda San José desde el inicio del Siglo XVII
Hacia inicios del siglo XVII, cuando la Compañía de Jesús (La Congregación de los Jesuitas) se establece en Chincha en 1988, se inicia la construcción de la hoy Casa – Hacienda San José. Sin embargo; cuando en 1767 fueron expulsados los Jesuitas Españoles del Perú. Es así como Don Agustín Salazar y Muñatones fue agraciado por el Rey con el TÍTULO DE Conde de Monteblanco y junto a este nombramiento recibe en adjudicación las tierras que había pertenecido a la congregación.
Luego llegaría a España José Cilloniz para poner la primera fábrica de tabaco, quien al poco tiempo, decidió comprar estas tierras chinchanas y radicarse definitivamente en el Perú.
Un cambio polvoriento y un portón viejo y grande siguen siendo la antesala de la Hacienda, todavía están allí algunos carretas que sirvieron para el trabajo de la tierra, y los patios que bordean la casa se cubren aún de bunganvillas rojas. A un lado está la iglesia y en alto se encentra la Casa – Hacienda, precedida por una galería de arcos.
En el patio interior podemos ver una tina de bronce de 1737 y dos fuelles con el que se alimentaba la fragua, viejos arados de yunta y tiros de mula. En el interior de la pequeña iglesia, de fachada barroca del siglo XVIII, destaca un hermoso altar tallado en madera fina y por fuera se perfila, en una de las torres, una antigua campana.
La Casa – Hacienda es una construcción vieja amplia y preminente. Posee muchas habitaciones oscuras y un gran patio central. En la parte baja hay cuartos oscuros que terminan configurando un crecido y laberíntico sótano, hacia el lado exterior no está de más visitar el lugar donde se castigaban a los esclavos. Todavía se conserva el CEPO. Donde los negros sancionados tenían que permanecer con los tobillos engrillados o las manos esposadas. Es un habitación oscura y poco ventilada.
Cuentan los lugareños que entre la Casa – Hacienda y la Iglesia existe un misterioso pasaje subterráneo que se comunicaba con otras haciendas y llegaba hasta la playa de Tambo de Mora. Todavía se puede encontrar en él huesos humanas. Sobre tales Catacumbas se ha tejido muchas historias hay quienes que estos corredores servían para unir San José con el Templo de Tambo de Mora.
La casa San José fue creada por los Jesuitas. Esta congregación la construyó con dos fines: servirles como Casa – Hacienda y a la vez como monasterio.
En esta casa-hacienda podemos encontrar enumerables características desde el tiempo dela cultura Chincha hasta la aparición de los esclavos traídos por la congregación.
La congregación de los Jesuitas, trajeron de España a arquitectos y especialistas en materia de construcción y por supuesto contaban con la mano de obra de los esclavos.
También podemos mencionar; que años más tarde los Jesuitas españoles fueron expulsados del Perú; porque el estado se dio cuenta que le estaban robando oro que habían sido dejado por la Cultura Chincha.
Luego de estos acontecimientos el Rey entrega la Casa – Hacienda como dote o regalo de su matrimonio a Doña Rosa Josepha con don Andrés de Salazar.
Es así como podemos mencionar diversas características que nos han dejado desde la creación hasta la conservación de la hoy Casa – Hacienda San José.
Presenta también una Iglesia del siglo XVIII de fachada barroco que permaneció a la congregación de los Jesuitas.
El proceso histórico de la hacienda San José se caracterizó por conservar, en buen estado objetos, que perteneció a la familia de Don Agustín de Salazar y Muñatones como:
- Una tina de Bronce del año 1737 que fue hecha por marcos mejía Mefelit (Español)
- Dos moledoras de Café
- Un juego de Comedor español.
Se caracteriza por presentar un cuadro de cómo era la casa anteriormente y de cómo celebraban su día festivo. Este cuadro fue pintado por un esclavo en el año 1834, está dedicado a su dueño Don Julio Carrillo.
También se caracteriza el Proceso Histórico por conservar hasta la actualidad herramientas de herrería que pertenecían a los esclavos para el trabajo de campo.
Como por ejemplo:
- Fuelle.- Instrumento que sopla aire para vivar el fuego. Se utilizaba para funfir o calentar el hierro.
- Marcador de ganado.- Herramienta que se calentaba y se marcaba el ganado
- Marcador de esclavo.- Herramienta que se calentaba para marcar a los esclavos
Se caracteriza también por conservar en un buen estado los telares en cuadro en cuadro e instrumentos que perteneció a la Cultura Chincha.
2. Datos Informativos
Causas del proceso histórico de la Hacienda San José
PRIMERA CAUSA: La hacienda San José fue pasando de mano en mano. Es decir perteneció a los Jesuitas y después de la expulsión quedó en manos de Doña Rosa Josepha de Muñatones y Aguado con Don Andrés de Salazar que recibieron como dote o regalo de su matrimonio, la casa hacienda con su iglesia y tierras de pan llevar.
SEGUNDA CAUSA: Causa que la hacienda san José iba progresando en el cultivo de la caña de azúcar donde elaboraban dos productos mas cotizados de la época: Azúcar y miel.
TERCERA CAUSA: Que en 1735 Doña Rosa Josepha le vendió la Hacienda a su hijo Don Agustín de Salazar y Muñatones, donde recibe el título Honorífico de Conde de Monte Mar o Conde de Monte Blanco. Sobre lo cual fundó el Mayorazgo que haría que San José se perteneciera por más de un siglo en manos de la misma familia.
CUARTA CAUSA: En 1764 otra Alianza matrimonial la fortaleció. La hija de Don Agustín llamada Rosa Salazar Gaviño contrajo matrimonio con don Fernando Carrillo de albernoz y Bravo Lagunas. Juntos adquirieron la Hacienda San Regis, que había pertenecido a los jesuitas. Unidas San José y San Regis conformaban una de las propiedades más ricas de Chincha. Casi mil esclavos trabajaban la caña y el Algodón. De aquella época de la esclavitud (1811) data el caserío El Carmen, que fue uno de los lugares donde se escondían los esclavos porque huían de los malos tratos que recibían en las haciendas.
QUINTA CAUSA: En 1821, siendo dueño de las haciendas San José y San Regis el hijo de Fernando y Rosa, Fernando Carrillo de Albernoz y Salazar, 1er Conde de Monte Blanco, el Valle de Chincha se conmocionó cuando desembarco el General Don José de San Martín con sus tropas en Pisco. Mientras algunos esclavos abandonaban las haciendas para unirse al libertador, Fernando Carrillo de Albornoz y Salazar huyó a España con dos de sus hijos. (Fernando y Pedro) dejando en total abandono a su empresa Petronila y a su José su menor hijo.
SEXTA CAUSA: Lentamente San José se recuperó de los avatares de la Independencia. En 1854 la esclavitud había sido abolida en el Perú por Don Ramón Castilla, pero muchos esclavos seguían trabajando en las haciendas. Aunque el mayorazgo ya no existía Fernando y Petronila se casó con Catalina del Valle y Osma tomando de nuevo la propiedad aportando una adquisición importante, trayendo directamente de Europa un tractor a vapor.
SÉPTIMA CAUSA: El último heredero de los Carrillo del Albornoz hijo de Fernando y Catalina llamado Julio Carrillo de Albornoz y Mendoza fue asesinado por los esclavos, a los 25 años de edad en la escalera principal de la Hacienda, un 25 de Diciembre de 1879. poco después de su muerte la hacienda fue vendida por su viuda Catalina Del Valle Y Osma a Roberto Bustamante Leguía hermano del Presidente de aquel entonces, este a su vez la vendió a Munuela Eguren viuda de Cilloniz en 1913.
OCTAVO CAUSA: En 1960 dada ya la ley de Reforma Agraria en el 1er gobierno de Belaúnde de realizó una repartición de las tierras entre sus hijos. Es así como paso a manos de uno de sus hijos Don Julio Cilloniz Eguren, este a su vez la dividió entre sus cuatro hijos (Julio, Augusto, Germán y Amelia Cilloniz Garfias), incluyendo a 150 hectareas para cada uno.
En 1968 falleció Augusto Cilloniz garfias y su viuda Ángela Benavides de la Quintana le compró a sus cuñadas la Casa Hacienda San José, siendo dueña hasta hoy día.
NOVENA CAUSA: En 1970 la Casa Hacienda San José fue declarada Patrimonio Cultural, pero la propietaria manifiesta que el estado, ni la provincia no hacen nada por mantenerla al cuidado, ya que se sabe que la señora Ángela Benavides viuda de Cilloniz es la dueña de dicha Hacienda.
1.2.2 Referencia histórica de la hacienda San José desde el inicio del Siglo XVII
Hacia inicios del siglo XVII, cuando la Compañía de Jesús (La Congregación de los Jesuitas) se establece en Chincha en 1988, se inicia la construcción de la hoy Casa – Hacienda San José. Sin embargo; cuando en 1767 fueron expulsados los Jesuitas Españoles del Perú. Es así como Don Agustín Salazar y Muñatones fue agraciado por el Rey con el TÍTULO DE Conde de Monteblanco y junto a este nombramiento recibe en adjudicación las tierras que había pertenecido a la congregación.
Luego llegaría a España José Cilloniz para poner la primera fábrica de tabaco, quien al poco tiempo, decidió comprar estas tierras chinchanas y radicarse definitivamente en el Perú.
Un cambio polvoriento y un portón viejo y grande siguen siendo la antesala de la Hacienda, todavía están allí algunos carretas que sirvieron para el trabajo de la tierra, y los patios que bordean la casa se cubren aún de bunganvillas rojas. A un lado está la iglesia y en alto se encentra la Casa – Hacienda, precedida por una galería de arcos.
En el patio interior podemos ver una tina de bronce de 1737 y dos fuelles con el que se alimentaba la fragua, viejos arados de yunta y tiros de mula. En el interior de la pequeña iglesia, de fachada barroca del siglo XVIII, destaca un hermoso altar tallado en madera fina y por fuera se perfila, en una de las torres, una antigua campana.
La Casa – Hacienda es una construcción vieja amplia y preminente. Posee muchas habitaciones oscuras y un gran patio central. En la parte baja hay cuartos oscuros que terminan configurando un crecido y laberíntico sótano, hacia el lado exterior no está de más visitar el lugar donde se castigaban a los esclavos. Todavía se conserva el CEPO. Donde los negros sancionados tenían que permanecer con los tobillos engrillados o las manos esposadas. Es un habitación oscura y poco ventilada.
Cuentan los lugareños que entre la Casa – Hacienda y la Iglesia existe un misterioso pasaje subterráneo que se comunicaba con otras haciendas y llegaba hasta la playa de Tambo de Mora. Todavía se puede encontrar en él huesos humanas. Sobre tales Catacumbas se ha tejido muchas historias hay quienes que estos corredores servían para unir San José con el Templo de Tambo de Mora.
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